La convivencia con una mascota puede llegar a ser complicada. Aunque quieras a tu perro como parte de tu propia familia, no deja de ser de otra especie. Es difícil entenderse con alguien que no sabe hablar ni “te entiende”, ¿no? Pero existen ciertos trucos para mejorar la cohabitación. Así que no te desanimes, educar a tu perro para vivir en casa es posible. Y, además, ¡no es tan complicado! En Gesprocasa hoy te daremos los trucos que necesitas para conseguirlo.
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ToggleEducar a tu perro para vivir en casa
Ya sea que lleve un tiempo contigo como si acaba de llegar, estos trucos te servirán para educar a tu perro para vivir en casa. Ya verás que, una vez esté enseñado, podrás disfrutar al máximo de su compañía. Y es que un hogar con una mascota, es un hogar mucho más feliz ¡Sigue leyendo para mejorar tu vida y la de tu perro!
Trucos y consejos para la educación
Su propio espacio
Tanto si es un perro recién llegado como si ya lleva tiempo, debe tener su propio espacio dentro de casa. Un lugar en el que descansar y que él diferencie de los demás lugares que comparte contigo. Esto no es malo, todo lo contrario. Aunque los perros son animales muy dependientes, también deben tener un lugar en el que aislarse y sentirse tranquilos.
Lugares concretos
Así como también deberás fijar un lugar para comer. Puede que sea la cocina, si quieres que se adecue a vuestros horarios y costumbres. Pero realmente puede ser cualquier zona que tú consideres adecuada.
Así como también, sobre todo si es un cachorro, los primeros meses será complicado que se aguante sus necesidades hasta el paseo. Establece una zona con un empapador o arenero en el que tu perro haga sus necesidades. Premialo cuando lo haga bien. Con los perros se debe tener en cuenta tanto lo bueno, como lo malo. Para esto también ayudarán los horarios fijos de comida. Su cuerpo se regulará a la costumbre y sabrás vigilar cuándo lo necesitará.
Entiende sus señales
Cuando hablamos de educar a tu perro para vivir en casa, también hablamos de educación propia. Tu perro tiene sus formas de decirte las cosas. No habla, pero eso no quiere decir que no te transmita cosas. Con sus orejas, rabo u ojos te puede expresar sus sentimientos. Así que aprende a entender estos signos y todo será mucho más fluido.
Castigar puede ser un error
Con premios todo es más fácil. Tendemos a castigar y reñir a los perros como haríamos con un niño. Pero lo cierto es que, con estos animales, funciona mucho más premiar que castigar. Si castigas demasiado a tu perro, es posible que lo conviertas en un animal miedoso o en un rebelde, depende de su carácter. Por lo tanto, aprende a premiarlo cuando haga bien las cosas. Verás como los resultados serán mejores.
Los premios no son exclusivamente comida
Una buena caricia, un rato de juegos o atención fuera de lo común también es premiar. Si solamente le damos comida, se lo cogerá como costumbre y siempre querrá comida. Y lo cierto es que es un mal hábito. Alterna diferentes formas de premiarlo.
Enseñale las órdenes básicas
Esta es la forma de disciplina más sencilla. Si es capaz de hacerte caso con las órdenes siéntate, gira, la patita o acuéstate, por ejemplo, te obedecerá en muchas otras cosas. Es una forma de educación mediante el refuerzo. La reiteración de una acción les enseña a hacer algo en concreto. Esto les hace mucho más atentos y, al mismo tiempo, más obedientes.
No tengas miedo de contar con un profesional
Hay tantos tipos de perros como arena en el mar. Al igual que pasa con los humanos, cada perro tiene su carácter y sus peculiaridades. Hay canes que son mucho más fáciles de educar y otros que son más rebeldes. También puede que no sepas bien cómo aplicar diferentes técnicas y es completamente normal.
Para eso existen los profesionales de la educación de los perros. Contar con uno simplemente demuestra que te preocupas por tu mascota y vuestra convivencia. Además, los adiestradores no hacen el trabajo por ti. Todo lo contrario. Su misión consiste en enseñarte a ti a enseñar a tu can. Así que quítate el pensamiento de que contar con un adiestrador te convierte en un mal dueño. Cuenta con uno si lo crees necesario.
Lo cierto es que educar a tu perro para vivir en casa puede es toda una empresa. Pero el amor que nos dan estos animales bien lo vale. En Gesprocasa te recomendamos que te armes de paciencia y que tengas siempre presentes esas cosas buenas (buenísimas) que compensa el esfuerzo al que te vas a enfrentar. ¡Disfruta al máximo la experiencia de tener al más fiel compañero!